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La Frase de mí Tío

"La precisión...no es casualidad"
Enríque García

martes, 12 de enero de 2016

La chapa del CHAPO

        En el mundo de los bajos mundos, al parecer, la gente es feliz. El hecho de observar, como un pran venezolano tiene la oportunidad de salir con súper modelos (o lo que sea que “Rosita” tenga de súper) ,es algo admirable.  Un ministro, un vendedor de tartaletas o un profesor no tendrían chance de hacerlo (quizás estoy exagerando…el vendedor de tartaletas sí…)

En el caso de un país hermano como Colombia, nos brindó a un tal Pablo Escobar que, bueno, llenó de drogas y muertes muchas partes de nuestro continente y del mundo. Fue una cosa muy nefasta, pero al parecer, despertó esa llama de esperanza “a lo Robin Hood” de que todo se puede mejorar. Claro, para que algo mejore, algo debe estar mal. Pero en el caso del narcotraficante Pablo Escobar, en vista de que el gobierno colombiano no gerenció muy bien sus políticas gubernamentales para los años 80[1], llegó este man e hizo muchas cosas malas y aniquiló gente pero…¡Construyó escuelas, canchas deportivas, hospitales, le regaló dinero al que no tenía, le dio helados a los que les gustan los helados y hasta le vendió drogas a los que fuman droga o los que se la inyectan! (no se las regaló, porque negocio es negocio. Tampoco hay que abusar). Convirtiéndose así, en un mártir de los bajos mundos.
[1]Ningún gobierno lo hace, si acaso Dios, allá en el “reino de los cielos”, ya que toda la gente mala, que le cagaría su trabajo, está en el infierno.

Y yo me pregunto… ¿Cuál será la carta de presentación o la chapa, por decirlo de alguna forma, que tienen estos sujetos para entrar al cielo o al infierno? Porque si nos vamos por la cantidad de muertos o asesinados, los ángeles del cielo dirán:

-¡Mándalo pal’ infierno! ¡Pa’ que sea serio!- como quien dice, “como Dios manda”.
Pero si nos vamos por la cantidad de escuelas y canchas deportivas que creó, los ángeles dirían:
-¡Dios, mándalo pal’ cielo! ¡Como tú mandas!

Yo asumo que una persona que construya una escuela DEBE ir al cielo. Si fuese por mí, construyese una escuela… ¡Es más, construyese dos escuelas…! ¡Es más, construyese tres escuelas! (Claro, yo no tengo real ni dólares para revender y tener capital, para construirlas. Pero ese no es el punto).

Ahora bien, todo esto surge para llegar al sujeto en cuestión: Joaquín “El Chapo” Guzmán. A ver… ¿ustedes conocen al “El Chapo”? porque yo solo conocía al Chapulín Colorado, ese súper héroe mexicano ficticio, de carne y güeso, que estaba vestido de rojo con amarillo y nos hacía reír en la televisión. Pensé que “El Chapo”, era una versión más grande del Chapulín y me dije: -Ah OK. Está bien. Fino- Lo que yo no sabía, era que este tal “Chapo”, ES MALO, bigotón, gordito, parece un bollito mal amarrado, pero ES MALO.

Y yo digo: -¿Esa es la chapa del “Chapo”? Porque yo no tengo problemas con que sea mexicano. No tengo problemas con que sea gordito. No tengo problemas con que sea bigotón. No tengo problemas con que coma tamales con guacamole. No tengo problemas  ni con que sea el mayor narco-traficante del mundo. Con lo que SÍ tengo problemas, es que mezcles todo eso y me digas:  

-Ese…es “El Chapo” Guzmán…
-Ya va. ¿Qué? ¿Ese? ¿Eso? ¿Ese es el representante del lado oscuro de la fuerza, allá en México?
-¡Sí, güey! Este es nuestro Darth Vader.   
-Mmm…tremenda chapa, Chapo.

Supongo que con esa pinta, con esa chapa… ¡Irá directo al infierno, señor Joaquín “EL CHAPO” Guzmán! No por su apariencia ni por su nivel de maldad ni por las personas que pudo corromper en el camino de la vida ¡No señor! Sino porque…simple y llanamente…no hizo ninguna escuela. Y tú, ese que lee esto… ¿Vives en un mundo alto o un mundo bajo? Espero que sea feliz…y no tan bajo…
¿Quién me regalará un helado…?

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