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La Frase de mí Tío

"La precisión...no es casualidad"
Enríque García

viernes, 11 de marzo de 2016

¡Tranquemos el cerebro!

  

            Para esos ávidos lectores y no tan lectores de la maldad, la astucia, la corrupción o la sobre valoración de información, la palabra “tranca” implica cosas que se detienen de un momento a otro, así como cosas que comienzan a moverse a partir de dicha tranca (creo que este párrafo se trancó…)
            Cuando se juega dominó y, uno de los jugadores decide “trancar” la partida, suceden una serie de cosas que alegran a los beneficiados de dicha tranca, así como ARRe…manga el entendimiento de los desfavorecidos de dicha tranca. En lo personal, es cuestión de cálculo, para trancar y ganar o trancar y perder, sin querer. Yo casi no calculo, por eso casi no tranco las partidas.

Existen otro tipo de trancas, como la de la poceta, que se presta más para la vergüenza (cuando se está en la casa de la novia, el restaurant o algún familiar que pueda traer a colación dicha tranca en una conversa futura…), porque es producto de una necesidad humana de hacer el “número dos” sin buscar trancar algo, pero simplemente sucede y toca resolver. Punto.

Ahora bien, existe una tranca que no cuadra. Y esa es la que se presenta en las protestas de calle. Pero no la formal, justa, honesta, en la que todos y cada uno de los protestantes están de acuerdo, previo cálculo de la mayoría, para trancar una calle, una avenida o un país. Escribo sobre la tranca por “trancar a medias”,  donde no sabes si vas a ganar o perder. Eso es sencillamente patético. Es como querer trancar la poceta, lograrlo, y ni siquiera limpiarte el trasero. O sea, es CAGARLA en toda la expresión de la palabra y la situación (al menos que esté escaseando el papel toilette en dicho baño…y tampoco tengas media de vestir.)  Cuando uno tranca el paso, se debe pensar en las consideraciones que eso acarreará (esta palabra no tiene nada que ver con diarrea, cuidado. Si no sabe, pregunte. Punto).

 Desde afectar a personas que son ajenas a la causa, así como aquellos que son afectos a la causa de trancar,  trancar implica cambiar el curso de muchas vidas. ¿Qué hay de aquellos que también quieren usar la poceta? ¿No merecen usarla, solo porque tú la tapaste? ¿No deberías elevar el nivel de pensamiento y destaparla, de ipso facto? O sea, de una vez. Mis disculpas por la diarrea verbal que estoy plasmando en este papel. Creo que se me está trancando el cerebro.

Cuando una persona toma,bebe, ingiere,consume, ”se echa solo una” bebida alcohólica, pues el cerebro desde un hemisferio a otro, comienza a  trancar el paso de ideas y las neuronas bajan su velocidad de transmisión. Las neuronas como que se trancan. Eso hace que el cerebro colapse y no permita que la libertad de las ideas y las decisiones que un individuo TOME sean sensatas y correctas. Pregúntele a cualquier borracho, que no usa la poceta para hacer el “número 2”, pero sí para gomitar cosas que no trancan el flujo gástrico.  ¿Qué idea tan mierda, no? Prosigo.

Lo que me da ganas de GOMITAR es la idea de trancar una universidad, sobretodo porque las razones no son apoyadas por el 90% de las personas que conforman (y que no tienen trancado los hemisferios) dicha universidad. Que si una calle,una avenida, una autopista o un país. Ir en contra de un sistema (que de paso es una mierda) es una cosa. Pero otra cosa es afectar (sin usar los hemisferios izquierdo y derecho en conjunto) la realidad de aquellos, solo porque estos “piensen” que están haciendo bien y pues TRANCAN, sea el paso, el progreso o las ganas de echar pa’ lante.  Es como seguir jugando una partida de dominó (en la que sepas que vas a ganar) y viene tu compañero y TRANCA la partida. Cuentas las piezas de dominó…ves el puntaje y… ¡pierdes! ¡Demonios! ¿No te vas a molestar? Es como cuando se tranca una poceta…o una calle por donde planeabas pasar…o una noche de pasión, de la cual no recuerdas nada…porque hubo una tranca entre un hemisferio y el otro. La tranca nunca es buena, señores. Y menos cuando la resolución final…al final…va a oler y ser eso que tapa un inodoro, afectando a los que quieran usar la poceta… en un futuro no muy lejano ni hediondo.   

¿Entiendes la idea…o acaso tranqué este artículo? Supongo que me toca destapar esto…pensando en una poceta universitaria. ¡Que los hemisferios me acompañen! ¡Diablo Rojo y Coca Cola, lléguense!!!