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La Frase de mí Tío

"La precisión...no es casualidad"
Enríque García

miércoles, 30 de noviembre de 2022

¡Pero no te tomes el Mundial, en serio!


Ya estamos más que curtidos de información sobre el deporte más hermoso del mundo, y aun así, no nos explicamos cómo Italia sigue sin estar en las dos últimas presentaciones de la Copa Mundial de la FIFA, o que Argentina haya perdido su partido inaugural y hasta que no se pueda beber cerveza en los estadios deportivos. ¿Bueno, pero qué te pasa, Mundial?

¿Se imaginan si yo hubiese ahorrado para irme a ver un evento deportivo de semejante magnitud, en un país que estando en invierno tiene temperaturas altas, para decirme que no podría tomarme una cervecita? ¿Y que, si considerase tomarme una, debiera dejar todos mis ahorros en dicho pago? ¡Por eso es por lo que no ahorro una mondá ni una ñinga ni un cevillo ni un zipote! ¡Salú’!

De todos los mundiales, con estos de las libertades, este es el más escandaloso (no por nuestra libertad individual para tomar decisiones o cervezas), ya que decidieron hacer la Copa Mundial de la FIFA es uno de los países con más restricciones hacia la mujer. ¡Claro que se han puesto en el mapamundi de una forma mundial, y no precisamente por el Mundial!

Mundialmente, de forma algo mundana, equipos de bajo nivel se enfrentan a equipos de máximo nivel y se nota una gran diferencia. Como cuando Goliat quiso enfrentarse a David, sin hacer trampa. Aquí, equipos sin grandes jugadores están jugándoles de “tú a tú” a equipos o países poderosos, dando a entender que se están rompiendo paradigmas de la antigüedad, catando realmente el sabor de la victoria comprando mundiales ¿verdad, Catar?

Ahooooooora, que estén quitándonos la posibilidad de catar (y de cantar) goles tan fácilmente, porque disque “introdujeron” una nueva tecnología para validar los offsides (jugadores en fuera de juego, verga me puse muy técnico, lo tomaré…en cuenta), se ha convertido en un martirio para los que queremos celebrar cualquier cosa, tomando… cualquier cosa literal.

El Mundial de la FIFA tomó al mundo por sorpresa cuando en el 2010 designó a Catar como la sede del Mundial en este año 2022. Aparentemente, fue por una suma millonaria y alguito de corrupción que se tomaron la molestia en ocultar, para evitar buenos entendidos porque…a buen entendedor, poca cerveza.

Y eso que no he tomado café al momento de escribir esto, ni cerveza ni güisqui, para decirles que esto de levantarse a ver cuatro partidos de futbol, de noventa minutos cada uno (mínimo) con una consideración nueva de agregar minutos, de acuerdo con el tiempo perdido durante cada partido, ya me tiene medio borracho viendo tanto futbol con sus respectivos análisis, medio borracho.

Ni mi equipo natal, ni mi equipo de residencia actualmente están participando en el mundial, pero tengo fe que iremos a la próxima cita mundialista, para tomar la batuta, tomar la palabra, tomar buenos consejos y, sobre todo, tomar mi pasaporte y poder alentar a los latinos, sin tomar tantas atribuciones sobre la fe que le tengo a mi Vinotinto de mi alma, aunque parezca lo mismo, pero es distinto. ¡Vamos po’la clasificación y por las polas! ¡Salú’!

¡Tómate las cosas con calma, de manera mundial, y recuerda que, en este mundial, se está haciendo catarsis en Catar, sin poder cantar muchos goles y, si los marcan, no pueden celebrarlos como habíamos estado acostumbrados porque… alguien se está tomando las cosas muy en serio!

                                                   “¡Borracho no come dulce! ¡No come dulce!” 

[Imagen tomada de : https://doblaje.fandom.com/es/wiki/Oliver_Atom] 

jueves, 29 de septiembre de 2022

¡Qué aires pa’ buenos!

            Hay personas que, al hablar, al mirar, al sonreír, al esculpir, al mal hablar o al predecir, tienen un aire, que simplemente cautiva al que está cansado de estar en cautiverio. Pero, mas allá de estar en cautiverio, Voldemort, fíjate que el mundo, estando tan ensimismado en sí mismo, nos presenta momentos que nos dejan sin aire, sin aliento, cicatriz.

Cuando te lanzas en una piscina, un rio, un lago, una playa, un pozo sin cura ni remedio, un chinchorro, una hamaca, una hallaca, una cama, e incluso una cama mal arreglada, siempre tomamos una bocanada de aire, porque lo que se viene es bueno, compai’. ¡Qué bocanada de aire tan buena!

A pesar de que no entendía mucho de la vida, hace unos veinticinco años, hoy puedo decir, antes de que se acabe el mundo, que cuando camino me quedo sin aliento, Sinaí. Y es que estamos en un mundo lleno de gases , gases nobles, vientos peorros delicios... que fulminan relaciones, hasta gases que expulsan las vacas (que están destruyendo mi mundo vergano), mientras yo me digo:

-¡Cómo quisiera poder vivir sin aire! ¡Como quisiera poder vivir sin agua! ¡Me encantaría, quererte un poco menos, pasaporte!

Y es que la vida está llena de espacios, encuentros, situaciones, recuerdos que, de acuerdo con la chapa que, si vibra o no vibra, se clavan en nuestros corazones. El planeta, el destino, la providencia, el karma, y la tinta de mi bolígrafo, esfero, pluma-fuente, lapicero, están por extinguirse, y eso no lo tenemos que negar.

Sucede que, ante tantos aires de guerra, terremotos, tormentas, mentas para los malos vientos que proceden de bocas nefastas ajenas a nuestros seres, los tormentos de una suegra, es difícil que uno pueda pensar en un buen aire.

Fíjense que cuando un aire húmedo y cálido (que no necesariamente tiene que salir de una cavidad humana) se eleva, por ejemplo, desde los mares, y se encuentra con un aire más frio, se forma ese choque titánico, huracanado, estratosférico que:

-          ¡Bueno, chico! ¿Qué te crees tú?

-          ¡Bueno, tonte! ¿Qué te crees tú, de qué?

-          ¿Cómo que tonte, desairado?

-          ¡Ai-Ai-Aire que me quedo sin aliento, pinche pendejo! ¡Hay que ver!

-          ¿Hay que ver, pa’ qué? ¡Aire libre de humo, mis cojones, gago!

No sé si el diálogo anterior tenga algo que ver, con algún desastre natural climatológico en alguna costa o en alguna isla del Caribe, o quizás en una cercanía fronteriza para buscar una mejor vida, un mejor aire para vivir, cuando no se tiene pasaporte ni alientos de visa.

Por lo pronto, tocará que nos armemos de esfuerzo, ahorros, garra, agarremos algo de aire, algo de vuelo, y nos enrumbemos a algún viaje, visitando una tierra astral al sur de la Patagonia, para respirar unos aires buenos, de esos que cargan batería, cuando estamos rodeados de malos alientos. ¡Dale, que yo te aliento! ¡Qué aires pa' buenos!

Imagen tomada de https://www.imdb.com/title/tt0762600/mediaviewer/rm3663929088/?ref_=tt_ov_i

sábado, 17 de septiembre de 2022

Mi álbum del mundo, panita.

“¡Todos estamos hecho de polvo de estrellas!” ¿Ya va? ¿Qué? Tranquilos, que no estoy tomado, ni bebido, ni mi pensamiento adulterado ni edulcorado. Creo.  Yo nunca había usado la palabra edulcorado en un texto, pero ese es otro asunto. Fíjense que científicos, poetas, cantantes, científicos que son poetas, e incluso, los borrachos al entrar en trance, han llegado a concordar que todos somos lo mismo y vamos pal mismo hueco.

Resulta que estaba analizando noticias importantes en el mundo (estaba sin Wifi y sin datos); y me puse a pensar sobre el mundo real de hoy día, con sus problemas de guerra mundial, economías desmoronándose en mi bolsillo y planes de datos acabándose en teléfonos sin cobertura, cuando me dije a mí mismo: -¡Epa mimísmo… yo no he ido a un mundial, mi pana!

No se va a caer el mundo por eso, es verdad. Pero cuando La Vinotinto algún día clasifique al Mundial de Fútbol (“Te lo pedimos, señor”), o la selección Colombia regrese (te lo sigo pidiendo, señor), y hasta la selección italiana retorne al Mundial de Futbol de la Fifa (¡Bueno,señor!!! ¿Y entonces???); ese día el mundo estará cayéndose de la alegría, panita.

¿Ajá y qué tiene que ver esto con el polvo de estrellas? ¡Nada! ¿Qué rayos va a estar teniendo esto con un evento deportivo al que nunca he ido interestelarmente? Aunque… científicos han confirmado en investigaciones que no he leído del todo, que estamos compuestos en un noventa y siete por ciento, de polvo de estrellas, de esas que están allá arriba en el espacio comando estelar.

El hecho de que un perro esté debajo de un carro, no significa que sea mecánico. Que una persona, sea hombre, mujer, no binario, billonario ,sin bandera, , trillonario, diga que hable con los extraterre..akdf deljaf ahjkdil te amo jakfl ne kcloleo nela me amas sjkflek kskja corn flakes de Kellogs dklkekal, no significa que sea verdad.

Pero cuando te montas en un avión, te montas en un autobús, te montas la peluca, saltas un muro, cruzas una selva, cruzas un rio y hasta cruzas por una trocha, (si alguien te hizo el cruce) estarás llenándote de situaciones y circunstancias, que nadie podrá negarte que sí las viviste. Déjame decirte… panita… que estás llenando un álbum. No será un álbum de barajitas, cromos, estampitas, pegatinas, ni laminitas, pero sí serán tus muestras de que existes, y estás haciendo lo necesario para salir del fondo, dejar el polvo y convertirte en una estrella.

  Estás recopilando kilometraje de calle, para contarle a otros seres humanos (y hasta a seres no humanos no binarios no terrestres no mames), que has visto cosas, oído cosas y has hecho un gran esfuerzo para seguir llenando tu álbum del mundo. Fíjense que Carl Sagan fue un importante científico astrónomo, astrobiólogo, astrofísico, escritor, cosmólogo y divulgador de conocimientos estadounidense, que creía firmemente que había vida afuera de nuestro planeta. Si hubiese vivido esta época de pandemia Covid, hubiese vendido tapabocas también. Yo no estoy tomado, ni bebido, ni edulcorado, recuérdalo, pero sí creo que exista vida afuera de nuestro planeta. Pero… si todos somos polvo de estrellas, si somos todos lo mismo, mimísmo, entonces somos terrestres con descendencia binaria extraterrestre, aunque no tenga como decirte que ahmena sjeka le nadj ke na te amo kle leka ni ja no he ido a un mundial me cag ehja jardín.

                Sigo sin estar edulcorado en mi astro pensamiento, pero, de forma magistral, sin entrar en trance, puedo confirmarte que aj dijnea ka lem jaite lani eres estrella , Panini. Gracias por tu gramática. ¡Qué polvazo tan estelar!

¿Cómo está tu album, panita?

Imagen tomada de: https://www.timetoast.com/timelines/gramatica-tradicional-2ac678b0-1c0b-4635-9ca0-18a92a1197af 

jueves, 8 de septiembre de 2022

La selva del vaivén

“Soy” desierto, Darién, nieve y volcán. Este año está lleno de vacunas, barajitas, bombardeos, bedeles y víboras que rompen cáscaras de huevos silvestres para alimentarse (de acuerdo con lo que vi en Discovery Channel antier). Ser colombiano, escuchar vallenato y que la sociedad colombiana no te quiera, es como ser venezolano, saber hacer arepas y que Venezuela no te quiera. Es como ser brasileño, jugar fútbol de forma extraordinaria y que no seas llamado a la selección nacional.

Supongo que es un vaivén de sentimientos. Nadie es poceta en su tierra. A estas alturas del año, ya he escuchado la palabra selva más veces que cuando leía El libro de la Selva en la escuela. Aunque debo aclarar que tardé muchos años entendiendo el hip-hop latinoamericano, para confirmar que la expresión “selva de cemento”, ni era una selva, ni estaba hecha de cemento.

Por supuesto, yo me imaginaba a Tarzán columpiándose en unos cables de alta tensión, ya que no había lianas naturales (¡Hola Liana!). Incluso, pensaba que Medusa vivía en una selva, en dicha selva, porque, bueno, ajá, todo era de cemento en esa selva.

Dense cuenta de que, ahora que uso mi memoria, yo nunca he puesto un pie en una selva. Dicen que el ser humano nunca ha puesto un pie en la luna (pero sí les han puesto muchachos a otras lunas, esos sí). Pero… ¿y si no existen las huellas en la luna? ¿Y si no existen las selvas de cemento? Quizás todo es un simple vaivén de ideas. Fíjense que en Zoobomafoo mostraban una selva, como hecha de felpa, con una [inserte imagen de advertencia para miembros de la generación de cristal que puedan sentir lastimada su sensible autopercepción con las palabras que están a punto de leer] bestia nefasta fea saltona sultán con ojos saltones. En dicho programa mostraban distintas especies animales y sus ambientes de coexistencia, no como una selva de cemento, sino un cementerio de ideas, porque saltaban, saltaban y saltaban, dos seres humanos con un lémur de felpa. ¡Nojodas! ¡Una idea iba, una idea venia!

Cuando comenzamos a hablar y a escribir, vamos entendiendo el mundo que nos rodea, sea salvaje o no, bestia. Entonces, cuando de niño me decían que el Rey León era el rey de la selva, luego al ver documentales en canales de televisión por cable, sobre las planicies y las sabanas africanas, mi cerebro chocaba en ese vaivén de ideas para decirme:

-¡Epa Rey! ¡El Rey León no vive en la selva! ¡Y no tienes que decirle rey al león, Rey! (debería dejar de ver ZobooMafoo en Youtube)

Durante dicho momento formativo de nuestra etapa escolar, conocí al tigre (¡Qué no tiene nada que ver con República Dominicana ni Puerto Rico, puñeta! El tigre sí vive en la selva, al igual que el jaguaryu de los chistes infantiles que me sabía, cuando estaba aprendiendo a apreciar la comedia. ¿Ven? ¡Una idea va, y una idea viene!

Existen situaciones rudas en la vida, y morir es una de ellas. No lo sé, ni lo he corroborado, pero lo puedo suponer. ¿Pero saben que debe ser rudo? Salir a una selva, cual sea, en cualquier parte del mundo, y que seas asesinado por una rana venenosa, un mosquito, un mosquito venenoso, o incluso la lengua venenosa de alguna suegra reclamándote, sobre por qué no le estás mandando dólares a su luna celestial, mientras que estás luchando contra los leones, los tigres, los cazadores furtivos, las cuaimas, las víboras, las tóxicas , las víboras tóxicas, y todo para salir, después de tanto vaivén, de la selva de la vida, sano y salvo, bestia.

 ¡"Todos merecemos ser felices, puñeta!

 

 

 

 

 

 

viernes, 17 de junio de 2022

¡Hasta aquí llego yo!

Existen unos momentos mágicos que todo ser de este planeta enfrenta, manquesea unas cien veces antes de fallecer. Fíjense que acabo de usar la palabra fallecer, antes que morir, porque me pareció más bonita, aun cuando el efecto nefasto final sea el mismo.

En cierta medida, estoy refiriéndome a saberse manejar sobre las turbulentas aguas de la paciencia. “-¡Prestá’ atención!” nos decía uno de nuestros profesores en el colegio. Supongo que lo sacábamos de quicio, de forma muy rápida y precisa.

         Ciertamente, es bastante difícil mantener la calma y la cordura, cuando factores externos (mi mamá) o internos (las vibraciones por los totazos o chicotes que me daba mi mamá) hacían que se desbalancease el pensamiento y uno decidiese devolver los totazos, chicotes y lepes, en el camino de la vida. Son momentos que deben confrontarse, para bien o para mal, cuando la encrucijada de las decisiones se nos presenta, de parte de Diosito, para revalidar si somos de sus mejores guerreros o no.

Pero… ¿Qué pasa cuando ya nos aguantamos más? ¿Qué sucede cuando estallamos y botamos nuestras palabras por la boca? ¿Cuándo votamos por candidatos presidenciales, aunque las opciones sean nefastas, finales, fatídicas, fallidas…fallecidas…?

Convertirse en la esperanza, cuando otros no la tienen, puedo suponer que supone una carga extrapesada sobre los hombros del más fuerte. Las injustas cachetadas que recibía Don Ramón por parte de Doña Florinda, siempre fueron una muestra de eso. Morfeo, al ilusionarse esperando encontrar al “elegido” dentro de Matrix, lanzando flechas por aquí y por allá, buscando acertar para poder irse a descansar. Incluso yo mismo de mí, cuando presenté mi prueba final de inglés, en el primer semestre universitario, luchando contra el verbo “rubí” (donde realmente es-to-be entre la espada y la pared), lleno de esperanza.

Aun así, lleno de optimismo, armado hasta los dientes de fe, se nos puede escapar la liebre como a todo buen cazador. La paciencia y la esperanza pueden estar bailando juntas, pero si el día de la fiesta, el disc jockey o pinchadiscos nos lanza, en plena rumba, un vallenato, corta venas, a capella, instrumental, cantado por el conejo malo, pero claro que por supuesto: hasta ese día llegará nuestra afortunada bendición.

Yo no soy de estar escribiendo sobre los temas que están en boga, ni andar de vago por Latinoamérica, porque aborrezco saturar mi alma y la de ustedes, con más abonos de lo mismo. Capaz me haya quedado sin paciencia o simplemente amo el vallenato hasta más no poder. Muy pronto son las elecciones presidenciales en Colombia y…

¡Me lleve el chanfle! ¡Hasta aquí llego yo!

 

 

 

 

 

miércoles, 11 de mayo de 2022

PETROleo petrolero

 

Antes que nada, déjenme aclararles que este texto viene libre de gluten, ecológico y ambientalista, aun cuando pueda caer un tanto extrapesado. El PETROleo es un recurso no renovable, al que le hemos sacado mucho provecho como humanidad.

Sin embargo, el PETROleo actualmente no es la mejor solución para el planeta ni para nuestras vidas. El PETROleo es bastante tóxico en su estado natural. Llena de odio y codicia, a todo aquel que anhela glorias de poder y derroche.

El PETROleo al derramarse en las aguas de nuestros mares (¡y de nuestras mentes!), no solo aniquila ecosistemas y vidas marinas, sino también imposibilita que puedan rehacerse nuevas formas de subsistir, por parte de otras especies.

El PETROleo no es la más óptima fuente de energía para este país ni para el mundo. Yo ya he visto, vivido, presenciado incluso, el daño del crudo más extrapesado que existe sobre la faz de la tierra, y hoy aun no me recupero de esos desastres, por su pesadez.

Cada vez que una fuente de energía renovable innovadora aparece para salvar al planeta, aparece el PETROleo para decirle “lero-lero”; pintándonos la cara color desilusión por unos cuantos años más.

Este mundo PETROlero es muy injusto con los que queremos un mundo más verde y saludable. “Lero-lero” le dicen mis pulmones al humo negro y tóxico, producido por la combustión de la gasolina, derivada del bendito PETROleo. ¡Vale mondá! ¡Sigo tragando humo aún!

En otras latitudes, fíjense que conseguir PETROleo es sinónimo de fortuna y bendiciones. Pero… “lero-lero”, aquí en esta parte de América, positivamente te falsean si consigues PETROleo, desterrándote de dicho terreno, porque el extra-peso del estado, no deja ser feliz.

¿Y qué decir del barril de PETROleo? Un día sube, un día baja. Es como un político venenoso que hoy día está abajo en alguna encuesta de cualquier bobada y, “lero-lero” aparece ganando, extra pasado de confianza. ¡Y ojo! ¡Las refinerías PETROleras tampoco son una maravilla! Ni finas ni buenas con el globo terráqueo ni el ambiente, mucho menos rebuenas ni refinadas con la capa de Ozono.

Por último, esa susodicha OPEP que ha dejado de un lado el bienestar de este cuerpo celeste, disque “Organización de Países Exportadores de PETROleo”, debería resignarse a evolucionar, dar un paso al costado y brillar como… “OPEP: Ojalá Puedas Entender Productivamente”, que el PETROleo nunca será bueno para ti ni para mí. Si gustas, puedes agregar los acentos ortográficos a las palabras que consideres. Capaz se me olvidaron.

Lero-lero.


[Imágen tomada de https://co.images.search.yahoo.com/search/images;_ylt=A2KLfRWRb3xiR_sA5WOrcgx.;_ylu=Y29sbwNiZjEEcG9zAzEEdnRpZAMEc2VjA3BpdnM-?p=IMAGEN+PETROLEO&fr2=piv-web&type=E211CO714G91638&fr=mcafee#id=17&iurl=https%3A%2F%2Fichef.bbci.co.uk%2Fnews%2F640%2Fcpsprodpb%2F77EC%2Fproduction%2F_111200703_gettyimages-172125522.jpg&action=click]