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La Frase de mí Tío

"La precisión...no es casualidad"
Enríque García

jueves, 18 de noviembre de 2021

¡Me está doliendo el pernil!

Desde tiempos inmemorables, cuando la memoria no era RAM pero sí era iramplazable, la cultura y su riqueza se transmitía entre generaciones a punta de hablar y de escuchar.

Pero, si no estabas de acuerdo con una idea o con la imposición de alguna, rápidamente se pasaba del modo de defensa al modo de ataque. ¿Cómo? Simple. Se abandonaba la punta de hablar y escuchar, para tomar una punta de lanza, y buscar convencer a tu adversario sobre lo acertada de tu razón y de tu idea.

Ahora bien, con el pasar de los años, hemos ido recibiendo ideas, métodos, formas, procedimientos, técnicas, permisos, para preparar un rito, un escrito, un asado, un hervido, una inversión en criptomonedas (¡Y hasta Cristomonedas, para los que invierten mucha esperanza en la vaina y la huesonada!), en fin, una parrillada y hasta la suculenta preparación de un pernil en navidad.

Y es que conectarse con los ancestros, con nuestros antecesores, nuestros pasados y presentes, percibiendo los sabores, siguiendo recetas, consejos y pasos, pernoctando hasta altas horas de la noche, puede ser la ocasión perfecta para pedir perdón, cuando se ha cometido un percance.

-          ¿Quieres pernil?

-          ¿Perdón?

-          ¿Que si quieres pernil?

-          ¡Permiso! ¡Quítate!

-          ¿Pero qué es lo que te pasa?

-  ¡Todos ustedes intentando persuadirla a una, con su persistencia del pernil! ¡Yo soy vegetariana, vegana, libre de gluten, de glúteos firmes con perfil griego! ¡Y no voy a perder mi planeta por la perdición del pernil! ¡Permiso!

-      Permíteme disculparme ¿Sí? Perdurará en mi esta lección y perseguiré nuestros sueños de tener un mundo mejor.

-          ¿Entonces dejarás de comer carne, mi amor?

-          ¡El que persevera, no siempre vence! ¡Adiós!

-        ¡Pero, pero chiqui…! Me has perforado el alma ¿Sabes? Me está doliendo el planeta, Perseo.

-        ¡Perfecto! ¡!A mí me está doliendo…el pernil! Los dioses aprietan y ahorcan a veces, como una orca que ahorca a una foca en la nuca, entrépita.

-          ¿Perdón?

-          ¿Pernil?

-          ¿Cómo me llamaste?

-          Andrómeda.

 

Y así esta historia fue contada hoy, permiso. ¿Pernil?