Mi mal deseo...

            Desde que tenemos uso de razón hasta nuestra edad adulta, siempre nos encontraremos a alguien, aunque sea una persona, que nos diga que desearles “mal” a los demás es malo. Que si nos colearon en alguna cola necia, buscando algún producto de primera, segunda, tercera o cuarta necedad, ¡DIGO! necesidad. Que si te cobraron un pasaje con sobrecarga porque eran más de las 7pm. Que si no tenías una constancia de estudio para comprar tickets o algún documento importante para conseguir algo. Que si nos robaron. SIEMPRE va a haber algo, sobretodo en nuestra Venezuela, que te haga desear cosas no tan buenas para los demás, ya que la vida no es tan color rosa como la pintan los más optimistas en nuestros círculos sociales.

            Perooooo… cuando alguien se refiere a “desear mal”, se está refiriendo a algo físico, ¿cierto? Entonces, ¿qué sucedería si en vez de “desear mal”, simplemente deseamos “arrechera ajena”? explícoles, como diría el gran Benjamín Rausseo años atrás.

            No se trata de que alguien sufra de una forma física o cruel, pero ante la molestia que te ha o han generado a ti, toca es desear, de forma sutil, una vibra tan...negativa que solo genere un “mal deseo”, que es muy distinto de “desear mal”. Veamos unos ejemplos, simples, pero cargados de una vibra que quizás hayas compartido alguna vez o que estarías dispuesto a compartir, porque hay personas que…se la merecen. Veamos.  

-¡Ojalá que vayas para la piscina y…que llueva!

-¡Ojalá que prepares una presentación en PowerPoint y…que se te escape un error ortográfico!

-¡Ojalá que te toque salir cansado de algún lugar hacia tu casa y cuando te montes en el bus…te toque irte parado. Y si te llegas a sentar…que se monte una embarazada o una persona de la tercera edad!

-¡Ojalá que te dé diarrea…pero con hipo!

-¡Ojalá que te toque ir a un Banco y…que esté full. Y que cuando estés a punto de llegar a la taquilla…se caiga el sistema. Y cuando te toque irte…que esté lloviendo y no pasen taxis. Y cuando agarres uno…que tenga sonando en el reproductor de sonido un CD de Vallenato. Y…que sea EN VIVO!

-¡Ojalá que te vayas a comer una arepa y…que no tenga mantequilla!

-¡Ojalá que te vayas a tomar un café y…que no tenga azúcar!       

-¡Ojalá que desayunes empanadas y…que no tengan guasacaca ni salsa tártara!

-¡Ojalá que compres una película en Inglés y…que te venga sin subtítulos!

-¡Ojalá que te juegues el Kino y te lo ganes pero… que se pierda el ticket!

-¡Ojalá que el día de tu boda vayas a comprar cerveza y…que esté caliente!

-¡Ojalá que el Sol esté pegando muy fuerte y…no haya ni una sombra!

 -¡Ojalá que esté pegando “una pepa de sol” y te estés muriendo de sed y cuando llegues a tu casa…no haya agua fría!

-¡Ojalá que te dé mal aliento y… no lo notes!

-¡Ojalá que estés en una universidad pública, no tengas dinero y…que no haya comedor!

-¡Ojalá que te compres una tarjeta de saldo y…que esté usada!

-¡Ojalá que te digan: “-Yo te llamo ahorita” y… te dejen esperando como un…bueh…!

-¡Ojalá que te le declares a una chica y…que te diga que te quiere como un amigo! (Y VICEVERSA)

-¡Ojalá que el Reggaetón sea el único género musical que le guste a las personas que te rodean y…a ti no!

-¡Ojalá que te toque usar un Diccionario y cuando estés buscando una palabra….no exista!

¡Ojalá que compres una camisa o algún producto por internet y…que no te llegue o que la camisa no sea de tu talla!

-¡Ojalá que hagas un trabajo en computadora, se vaya la luz y… que no lo hayas guardado!

           

Como pueden ver, una vibra que no le hará perder la vida ni algún miembro del cuerpo a alguien, con un simple pero malévolo deseo, que los hará pasar bastante rabia como a uno, en este círculo de tiempo y respirar al que llamamos: vida. 

Julio, 2014