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La Frase de mí Tío

"La precisión...no es casualidad"
Enríque García

viernes, 4 de septiembre de 2015

La Snitch Dorada de Simón Bolívar



De acuerdo a J.K. Rowling (la señora que se fumó una bien grande, antes de escribir toda la saga del famoso “niño que vivió”… y no estoy hablando de Peter Pan), el personaje de Harry Potter, era de los pocos que tenía la capacidad o habilidad (quizás único drogadicto de la saga) para ver la famosa “Snitch Dorada”. Una pelotica del tamaño de un mamón, que tiene vida propia y que está desesperada por escapar, de cierta acomplejada persecución, la cual le toca lidiar una que otra vez.

Cuando observas que el becerrito de Harry Potter, junto con otros becerritos, pueden verla y atraparla, tú dices: -¿Los elegidos y tal? ¿Los fenómenos que ven lo que otros no y tal? ¿Los más mente-pollos y tal? (podría ser solo envidia mía, de mí.) Como he estado leyendo sobre la Teoría del Capital, de Karl Marx, he estado nutriéndome sobre la lucha de clases, la burguesía y toda esa paja de la plusvalía y la explotación del hombre por el hombre. Entonces, comencé a hacer un análisis filosófico, o sea, de ladillado, y llegué a la conclusión de que Harry Potter es el primo lejano imaginario, de Simón Bolívar. Nació millonario, con bastantes morocotas de oro y sin hacer nada. Un burgués nato. Un Bolívar en cuestión.  Fue huérfano desde pequeño, aunque luego tuvo a  Hagrid, para que lo cuidase desde que entró a Hogwarts.

Por su parte, Simón Bolívar también fue huérfano desde niño y tuvo a su Hagrid: la Negra Matea. (Habría que investigar si era tan alta como Hagrid). Lo de pobre no hay que discutirlo. Ahora bien, me toca hacer una distinción clasista del asunto porque, Harry se la pasaba con los pobres, los desposeídos, la clase baja, los que no le aportaban nada a la causa, o sea, una muggle, entiéndase “sangre sucia”[1] y un pelirrojo inepto. (Ojo: es lo que vi en la primera película de la saga, cuando buscaban la drog… ¡digo! la coc… ¡digo! La roc… ¡Digo! ¡La piedra filosofal! ¡Eso!) 

[1] Palabras de J.K. Rowling, no mías.
 
 
 O sea, Harry se la pasaba con Hermione y Ron, par de pobres que, una le hacía las tareas y el otro era: -“¡Un insecto!” (en palabras del príncipe de los Saiyajin, Vegeta), así que Harry era el “normal” del asunto. Por otro lado, Simón Bolívar tenia aires, pero de ser, de la escuela de Slytherin  porque… ¡con pobres no se la pasaba! ¡No señor! Tenía dinero, llegó a viajar por Europa, se casó con una española y llegó hasta el monte Sacro y todo. Como todo fanfarrón slytheriano, no creo que se la haya pasado con la minoría, “sangres sucias” ni mucho menos, para lograr esa vaina. ¿Ven? Burgués del carrizo.

Harry Potter se convirtió en buscador del equipo de Quidditch[2] de su escuela a tan corta edad, ya que podía ver la famosa Snitch Dorada. ¿Será quizás ese “sueño americano” de alcanzar algo mejor? ¿De ver y alcanzar esa cosa que pocos ven y alcanzan? ¡Enhorabuena Harry! ¡Eres tú, perrito!   
 [2] Juego ficticio con reglas de baloncesto, fútbol americano, el otro fútbol, también, pero volando sobre escobas como si fuesen brujas. Termina al acabarse el tiempo o al agarrar la Snitch Dorada. Bueh…

                Nuestro Libertador de América, padre de la Patria, miembro de la burguesía parasitaria, el señor de los sopotocientos nombres y apellidos[3], también podía ver la Snitch Dorada. Asumo que esa, era la libertad que logró alcanzar para las cinco naciones, a posteriori. Nada más y nada menos.  
 [3] Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Palacios Ponte y Blanco.

Me imagino a Simón Bolívar, cuando vio por primera vez dicha Snitch Dorada:
-¡Sí! ¡La veo! ¡Ahí va! La libertad de mi pueblo. ¡Y de ese pueblo! ¡Y de ese otro! La de los neogranadinos. ¡Allá va! ¡No, mentira! ¡Va por allá! 

Rodeado de puros jóvenes de la casa de Slytherin, diciéndole:

-¡Compórtate, weon! ¿Qué te pasa?- (En un tono burda, burda de sifrino) [Pensamiento burgués parasitario #ModeOn]     

-¿No la ven? ¡Allá va! Libre. Allá subió. Allá bajó. Bajó otra vez. ¡Sí! ¡La libertad de Venezuela!
-Ehhhhhh Simón…eso es una luciérnaga. 

-¡No vale! ¡Eso! Mira, allá va. Ahí subió. Mira cómo va. La libertad. La veo.
-¡O sea, Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Palacios Ponte y Blanco, te vamos a agradecer que dejes de tomar esos multi-jugos de guayaba y cosas raras de Gryffindor! ¡Eso es de lo último!- [Pensamiento burgués parasitario #ModeOn]    

Se puede apreciar, entender, imaginar, decodificar entonces, que Harry Potter alcanza la Snitch Dorada, en cada juego de Quidditch y gana (cuando juega, porque la broma está ruda ahorita, pa’ comprar escobas…) mientras que Simón José Antonio de la Sant… -¡Nojombre!- (con razón le pusieron Libertador), también alcanzó la Snitch Dorada. Claro, tenía a un trabuco[4] en su equipo. Una Negra Matea Bolívar. Una Manuela Sáenz. Un José Francisco Bermúdez. Un José Antonio Páez. Un Antonio José de Sucre. Un José Félix  Ribas. Un Antonio Ricaurte. Un Ambrosio Plaza. Un Santiago Mariño. Un Simón Rodríguez (que vendría a ser el profesor Dumbledore, en cuestión). ¡Tremendo lujo! Una Venezuela libre. Unida. Gracias a todos ellos. No jugaban para perder.  
[4] Grupo de personas de alto rendimiento, para lo que sea, en términos deportivos. “Las estrellitas”.

Gryffindor, Hufflepuff, Ravenclaw y Slytherin. Todas las escuelas juntas en un mismo mundo. Unidas. Cero lucha de clases. En Venezuela, sería bueno alcanzar esa Snitch Dorada. Esa Venezuela Dorada. Chavistas y opositores. Todos juntos en un mismo mundo. Unidos. 




3 comentarios:

  1. Que buen análisis xD y buen mensaje lara cerrar también. Tu siempre sacando sonrisas a la vez que llamas a despertar la conciencia :)

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  2. ¡Hola Nucireth! Disculpa que no llegué a ver este comentario en su momento,para responderlo. Pero sigo aquí, "borracho y loco". El Covid no nos derrotará, no señor. Cuídate mucho y gracias por leerme, en la distancia.

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