Luego de seis años universitarios
en mi Alma Máter (que vienen a ser
como dieciocho semestres en años caninos), he podido llegar a la consecución de
una meta. Un objetivo fue logrado. Después de muchos “-Profe, no entendí” y “¿Y
se puede hacer en parejas de dos?”, hoy un ciclo se ha cerrado.
Indiscutiblemente, luego de
muchas clases, luchas, paros, rutas, paro, la ruta, paro, paro, paro, paro, ¿pero
por qué dic…? , paro, paro, paro, pero, paro, paro, paro…-Sí, ajá, pero-, -Ya
va, ‘pérate- paro, paro, paro ¡Por fin, hemos llegado al final de la carrera
universitaria!
Una vez Albert Einstein dijo (porque
el sujeto decía muchas cosas) “-Lo que sabemos es una gota de agua, lo que
ignoramos es el océano.” Ahora bien, en este campo de batalla oceánica de la
Educación, más de un pirata está navegando. El problema no es navegar en estas
aguas. El problema no es montarse en un Titanic.
El problema, chico, no es ni siquiera, tener un traje de baño roto (cosa bien
bizarra, por cierto. Andar medio desnudo por la playa, y que el único pedacito
de tela que te coloques, esté roto. No me godas. O no te godas, en este caso. Traje
de baño bien pirata).
El problema es que no todos
respetan la grandeza de los mares. Siendo lugar de vida del Kracken, Poseidón, Calamardo y Aquaman (que ya le van a sacar su
película, también), existen marineros que salen sin brújulas, mapas, cartas de
navegación, municiones, “certificados de natación” (me imagino que debe existir
un equivalente a los certificados de salud), salvavidas, botes salvavidas, potes
salvavidas, Salvajitos y hasta sin un
capitán. ¿Cómo va a aventurarse un barco sin un capitán? Eso es como una
escuela sin director, una hamburguesa sin papas o un país sin presidente. ¡Tienen
que estar presentes, vale! ¡Pónganle papitas, cónfiro! ¡Cáspita!
Cuando una tripulación sabe que
su capitán está ahí, todo marcha. No significa que algo marche “viento en popa”,
pero marcha. Lo importante, como diría el profesor Ramón Querales, es “seguir
adelante” (2016). Si ya tenemos las herramientas, los conocimientos de las
rutas náuticas, los mapas para conseguir el tesoro de la calidad, un buen crew[1],
y hasta dos brújulas (porque siempre es mejor tenerla y no necesitarla, que
necesitarlas y no tenerlas. Y más, en medio del océano), invito entonces,
camaradas marineros, a que nos lancemos al agua – ¡Ojo! no estoy pidiendo
matrimonio- de la enseñanza. ¿Y si hay algún descuido y nos convertimos en
piratas? Pues, yo no lo creo. Y si
llegamos a serlo, seamos como Jack
Sparrow. No lo digo por la pinta, ni por su ropa, ni por su acento, ni por
su estilo para caminar o correr. Me refiero a ponerse la mano en el corazón,
para hacer las cosas. ¿Quieres ser pirata? ¿Para quitarle a los demás y blablablah?
Ese es tu rollo. ¡Que Poseidón te sentencie al fondo “debajo del mar” con Bob
Esponja. No yo!
Que si muchos compatriotas
dejaron de navegar estas aguas y surcaron otros siete mares, ha sido dolorosamente
válido. Ya no comentan sobre Moby Dick,
sino “me-moví-de-ahí” en cada puerto del mundo, adonde hacen escala. Ah ¿pero
quieres ser un pirata de mar? Sé un
pirata distinto, sin parche ni loro en el hombro. Conocedor de tus aguas y tus
creencias. Celebra, cuando encuentres un botín. Ayuda, cuando un gato se esté
ahogando…miaugo, miaugo [chiste malo del día, lo sé]. Socorre, cuando alguien
no sepa nadar y se esté ahogando. Pesca peces muertos, o sea, pescados, y véndelos
a precios accesibles para nutrir a la gente en la costa. Busca una isla, como
todo buen marinero o pirata, y desembarca lleno de esperanza. Descubre, no conquistes.
Que al descubrir, ya estarás conquistando. Sea en las aguas del conocimiento o
del amor. Celebra, con una botella de ron, cuando tengas ron pa’ celebrar. Consigue
una sirena y quiérela, para que te acompañe al fin de los mares. Consigue un
buen crew, que te apoye hasta el
final y no los interrumpa cuando estén habland…
-¡Disculpe, mi capitán!
-¿Qué pasa, vale? ¿No ves que
estoy hablando?
-¡Posgrado de Lingüística a la
vista!
- ¡Cáspita! ¡Alcen las velas! ¡Todo
a estribor! ¡Aumenten a velocidad crucero! ¡Esto se va a descontrolar!
No hay comentarios:
Publicar un comentario