Luego de un gran tiempo sin escribir, en el que me tocó recordar “cómo era la jodía” (Cortez, 2016); echarle coco al coco no fue una cosa fácil. Observar mi realidad tan oscura, tan desfallecida, tan zombie, tan Ozuna (Porquería, 2017) me hizo reflexionar, como si esto fuera mucho con demasiado, para mi efímero aliento esperanzador. Cuando agarré el lápiz, el pedazo de papel y vi que al resultado de dicha unión le faltaba como clase, como estilo, como un sacapuntas, me sentí como un indio.
Me molesté. Me arreché.
Me sentí como un perdigón que no toca la piel de un estudiante. Como una bomba lacrimógena
que es disparada y devuelta a su disparador. Me sentí como un río putrefacto llenándose
de gente pura, limpia y pulcra. ¿Qué es esto? ¿Y esto con qué se come? ¡Con un
demonios! Como un río caraqueño diciendo: -¡Que salga otro perdigón, otra bomba
y estas personas de mi mierda!
Nuestra Venezuela vive
momentos de lucha. Así como cuando Tarzán
vio una escopeta por primera vez. Como cuando
un chavista ve un diccionario por primera vez. Como cuando un chavista abre un
diccionario por primera vez. Tarzán, allá
en la selva, ya había visto diccionarios. Simplemente es un momento desconcertante.
Tranquilo amigo –compañero –camarada - compatriota – Ozuna- “rodilla-en-tierra”…el
diccionario te explicará qué es desconcertante.
Todo
aquello que sea innovador, complejo, avanzado, sin duda alguna puede causar
duda, miedo y hasta odio, precisamente por una falta de capacidad para
entenderla. Hoy, cuando me presentaron a
la señorita Instagram, la señorita Skype y a la señorita Hangouts, me dije: -Estos betas me pertuLban. Hay pertuLbaciones
en la fuerza. Hay un ser humano pulcro y limpio en El Guaire. Debo reconocer que me sentí extraño. Sentí cómo la tecnología
me atacaba. Como una bomba atómica cayendo en una isla nipona. Como una
excavadora internándose en el corazón vital del Amazonas. Como un violador autócrata
violando la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Como Facebook preguntándome: - ¿Qué estás
pensando?- como si yo pensase cosas. Hasta que reaccioné. Este tormento debe
acabarse.
¡Yo
sí tengo diccionarios en mi casa! Pregúntale a quien sepa y asesórate. Instrúyete.
Ve en contra de ese sistema tecnológico que no entiendes. Busca televisoras
internacionales si las televisoras nacionales quieren tenerte como un indio. Demuestra
que eres del Caribe como todo indio del Caribe. Que Morfeo y Trinity le enseñaron a Neo
a usar sus ojos o La Negra Matea
a Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Ponte y Palacios Blanco a
ser gente, entonces yo puedo ir en contra de este sistema. Que la pólvora y las
balas me llevan una morena en avance, no por eso dejaré de tensar el arco y
clavar cada flecha. Es la hora de atacar, diccionario. Es la hora.
¿Dónde
estará el sacapuntas?
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