“Donde
hubo fuego, cenizas quedan.” Siempre se ha mantenido que esta frase tiene una acepción
bastante amorosa y exacta (de hecho la única acepción, sin excepción) Pero… ¿Sabían
que la ceniza no existe? Si no existe la ceniza…¿Entonces nunca hubo fuego?
¡Ajá! ¡Exacto! ¡Todo es y ha sido una ilusión! Cuando mi
pequeña mente amorfa, que no entiende lo inentendible, se enteró que hay
personas que “solo quieren ver al mundo arder”, ella se dijo a sí misma: ¡Qué
abuso!
La simple
complejidad del lenguaje hace que, con
el pasar de los años, uno vaya aprendiendo y aprehendiendo y aprendiendo y
aprehendiendo, pero no haprendiendo,
a entender cada vez más las cosas que se presentan en el camino de la vida.
Cuando
te dicen que algo se va a hacer y no se hace o cuando te dicen que algo no es
como tú pensabas que era, por supuesto que dicha realidad de ese “algo” distorsiona
completamente tu realidad. Una vez vi una película de unos buhitos (búhos pequeños)
que, cuando veían a la luna, quedaban como cegados. La gran mayoría, excepto
dos buhitos, no entendía que su realidad podía ser otra, pero como esos otros búhos estaban
cegados los demás búhos por la luna, pues no veían ni creían nada más.
Imagínate
que estás a punto de graduarte o de montarte en un autobús y…de repente… ¡Se
llena de personas el autobús y no puedes montarte! ¡Obvio que vas a molestarte!
Tus sueños pueden volverse cenizas en un
santiamén. En cuestión de segundos, las ganas de viajar sentado hacia tu casa
pueden desaparecer. Cuando un futuro profesor de química, muy culto él, te dice
que "la ceniza no existe" (Andrade, 2017), tu mundo de ideas y creencias se vuelve polvo. Se desmorona.
Se desborona. Se deshace…como el jabón…que se desboro… ¡Ya pues, se desaparece!
¡Fin de la discusión, ‘joda! (“Recuerda que polvo eres y en polvo te convertirás” Gen 3:19)
Si una
piedra comienza a chocar contra otra piedra, o agua contra piedra, o el agua
choca contra el fuego, o psíquico vence fantasma, o planta choca contra fuego,
o hielo choca contra fuego , o tierra vence a eléctrico, o fuerza vence a elemento normal, o veneno vence a planta,o un tazo contra otro tazo, pues no se
vuelve ceniza, pero sí queda bien gastado ese tazo. Es lo que llama uno “mi rucha” o “mi juga”. (En polvo eres y en polvo te convertirás, pedazo ‘e tazo).
Si no
existe la ceniza… ¿cómo renacían las mitológicas aves fenices? ¿Así como el ave del profesor Dumbledore? ¿Y qué es el ácido fénico? No lo sé. Tengo mis
dudas sobre las cenizas. Cuando un bosque se está incendiando, a veces se
crean incendios contrapuestos, llamados contrafuegos, por parte de los bomberos para frenar el fuego
primario que viene arrasándolo todo. No es una solución atractiva, pero sin duda
alguna resuelve la primera amenaza. Al final del incendio, puede que la ceniza
nutra a los bosques con nutrientes como el fósforo y potasio, y pueda renacer
un nuevo bosque, como un gran ave Fénix. Y con
paciencia y esperanza, los animales y la vegetación puedan tener otra vez su
bosque. Uno mejor.
(“Recuerda
que polvo eres y en polvo te convertirás”. No ceniza. Polvo.) Yo mejor dejo de fumar
cenizas, eso no debe ser normal. Aunque…la ceniza no existe. ¿Entonces que he estado
fumando? Epa'… ¿ese es un tazo? Ni modo. Lo mejor es lo que pasa. La piedra se
ha convertido en ceniza, de tanto desgaste. Recuerda…donde hubo fuego, la ceniza no existe.
P.S: la película de los búhos es "La leyenda de los guardianes."
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