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La Frase de mí Tío

"La precisión...no es casualidad"
Enríque García

jueves, 17 de diciembre de 2020

¡Tampoco también!

 

       Este año ha dejado huellas en todos y cada uno de nosotros, los seres humanos y animales, que conformamos el antifaz de la tierra. En lo particular, en algunos dejó marcas de odio. ¡Sí, odio!, cuando dejan el tapabocas al salir de la casa, de la bodega, del banco, de la iglesia, de la panadería, de la ley de L'Hôpital, de la licorería. ¡Bueno, tampoco así! ¡Bueno, también! ¿Por qué no?

Soy un ferviente defensor de las palabras que me dan fiebre. Bueno, nadie se debe enfermar por leer o escribir. ¡Tampoco así! ¡Bueno, también! ¿Por qué no? ¿Por qué no enfiebrarnos con algo que nos apasiona? ¿Por qué no enfermarnos cuando nos mandan a leer una novela de muchas páginas y pocas hojas? ¿Por qué no embriagarnos de poder… cuando mandamos a leer muchas hojas y pocas páginas?

A mucha gente le ha marcado el año de la pandemia. ¡Y no es para menos! Personas que vivían de sus sonrisas, cayeron en banca rota. Personos y persones (para no herir fervientes susceptibilidades) con avergonzantes bigotes, renacieron con el tapabocas como salvavidas en el mar de la vergüenza.

 ¡Bueno, tampoco así! ¡Bueno, también! ¿Por qué no? A los feos, nos dio algo de caché el vestir tapabocas. A los bonitos, depresión, porque de la mitad de la cara hacia abajo, cualquiera se parece a ellos. Tampoco también.

Este pan de mi alma se ha multiplicado más rápido que los panes que multiplicó Jesucristo para repartirlos entre su séquito. Se quitó el pan de la boca con tal de que todos comiesen. Yo no soy muy bíblico, pero publico palabras de vez en cuando. Bueno, posteo palabras de vez en cuando. Bueno, twitteo palabras de vez en cuando. ¿Por qué no?

¿Acaso este pan de mi alma no reencontró a Dios con el tapabocas? Porque muchos no se taparon la boca, sobre todo los bonitos, y hoy están sentados a la derecha del Dios Padre. ¡Tampoco así, Rey! Bueno, también. ¿Por qué no? Un tapabocas no es una biblia, pero tiene un poder bárbaro. Tampoco también.

Muchos animales han vuelto a reencontrarse con espacios que habían perdido por culpa del hombre. Y es que la gente bonit…¡Ya, pues! La gente bonita no tiene la culpa de todo.  ¡Tampoco así! ¡Bueno, también! ¿Por qué no? Pregúntenle a la Cenicienta, al Patito Feo, a Beatriz Pinzón Solano o a Efialtes en la película de los doscientos noventa y nueve, porque no invitaron al susodicho espartano.

¡Esa…es una marca difícil de borrar! Este año nos ha marcado a todos. Bueno, al menos el tapabocas me ha marcado un poco la mejilla con el cachete, pero tampoco para tanto. Aunque…bueno…también.

 ¿Por qué no? Adiós, bonita.

 

 

5 comentarios:

  1. Yo me quisiera tapar la boca con un tapabocas de felicidad, porque mi tapabocas de sentido común, que como dicen por ahí, es el menos común de los sentidos, está reñido con mi entusiasmo.
    La marca ha sido infernal y polarizados. Creo que la marca no es marca, es la misma vacuna. Ya la circunstancia nos vacunó, nos puso al filo de no saber nada y de lo frágiles que somos a pesar de los Elon Musk de la vida.

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  2. Respuestas
    1. Así es, Maritza. Una dura batalla entre el sentido común y todo nuestro exterior circundante. ¡Un abrazo!

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