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La Frase de mí Tío

"La precisión...no es casualidad"
Enríque García

domingo, 13 de agosto de 2017

¡La vergüenza de Moros-en-la-costa!


Estoy indignado. Estoy triste. Estoy decepcionado. Estoy alebrestado. Estoy avergonzado. Estoy pica’o. ¡Estoy en shock! Siento que estoy constituido por una pena ajena. Je ne sais pas toi mais le situation c’est honteoux! ¿Eh? ¿Qué no sabes francés? ¿Y quién dijo miedo? ¡Abre un diccionario! ¡Abramos un diccionario! ¡Abre Google Translator! Pregúntale al que sabe, cual profesor de lenguas extranjeras… -”Epa ¿Qué dice aquí? Tú, que hablas guachu-guachu”. Los diccionarios ambulantes, a falta de megas, entonces.


En fin, como fiel y eterno defensor de la Academia, debo ofrecerle disculpas a las almas inmarcesibles de Marcos Pérez Jimenez, Lord Voldemort, Juan Vicente Gómez, Darth Vader,a Dolores Umbridge, Gadafi, Rita, José Tomás Bóves, a mi persona por los chistes malos que me lanzo, a Freezer, a Majin Boo, a Adolfo Hittler, al equipo Rocket, a Cell, a Fidel Castro,a Lex Luthor, a Alberto Mussolinni, a la Señorita Miel (la maestra de Matilda), a Rafael Esquivel,a el Capitán Garfio, a Victor Valdés, a Magneto, a Chucky, a el Guasón, a Dios-no-la-ha-dado, a Pablo Escobar, a Freddy Krugger, a Julito Maraña, a Maluma, JBalvin, Bad-Bunny, Ozuna, a Augusto Pinochet, a Seto Kaiba, a Domingo Monteverde, a Cersei Lannister, a Bellatrix,a Mao Tse Tung, a Gary Oak, a Jeofrey Lannister, a Ban-Ki Moon, al Exterminador T-1000 (el humanoide plateado de mercurio líquido que persigue a John Connor), al Rey Leonidas, a la niñera de Timmy Turner...¡Vicky!!! ¡Ah! Y a la cucaracha malévola extraterrestre que “se pone sentimental” en Hombres de Negro I. Bueno,obvio que al ex-presidente “supremo” -Mc Flurry con sirop de Sundae de fresa -inter-galáctico -súper Saiyajin, también.

Les ofrezco mis más sinceras disculpas, de parte de este humilde servidor,en nombre de toda la nación conformada por gente buena venezolana y de la gente buena colombiana. Ya que ustedes, de verdad verdaíta, no se merecen, luego de haberse fajado bastante para ser considerados como gente o individuos malos, despreciables, de gran calaña, con un nivel de maldad indescriptible, pues de ser comparados con quien hoy rige los destinos de mi país natal. ¡Ustedes no se merecen eso! El Hall de la Fama de la maldad sí tiene los nombres de todos ustedes escritos ya. Pero el de este cabeza de mondad,negativo.


¿Tú eres loco, Ramón? ¡Me da pena,vale! ¡ME-DA-PE-NA! Muchos hermanos venezolanos han caído luchando por un mejor país. Otros hemos sido robados de nuestras pertenencias, cuando nos preguntan la hora. Otros, se han auto-desterrado a sí mismos como venezolanos. Aún hay otros, a quienes la esperanza se la quieren vender, como un bachaquero vendiendo un paquete de harina de maíz precocida P.A.N. ¿El objetivo? Que no la puedan pagar, por lo tanto, no la podrán tener.

Me disculpo con ustedes una vez más. Ustedes inspiran miedo con solo decir sus nombres, ¿cierto, Voldemort? José Tomás Boves, Vegeta, Freddy Krugger, Chucky , ustedes me van a disculpar, pero uno se los imagina ahí afuera, y por nada del mundo uno sale. Me imagino que alguien asustado, aterrado, se asomaba con cautela y, al no verlos, ahí sí decia…:

- ¡NO- HAY-MOROS-EN-LA-COSTA!- y salían corriendo despavoridos para salvarse de ustedes.

Pero noooooooooooo, uno ve al pánfilo en transmisión de televisión nacional, por una información “veraz”, y lo que da es vergüenza. Así de sencillo. Ahí hay moros en la costa, en el malecón, en el protector solar, en las lanchas, en el rompeolas, en la empanada de cazón, en el toldo, en el carrito de helados EFE, en la cava Coleman roja-rojita y hasta en el colorido autobús Blue-Bird de sesenta puestos “Choroní saliendo” y... aún así, estando full de moros, se camina igualito. Total, igual da es pena ajena, compatriotas. Igual, da vergüenza ajena, compañeros. Igual, hay moros en la costa, pero se camina igualito, “camarada”. 

  Este, eso, solo es un chiste mal contado, sin gracia, con malicia y repetido. 
  
      ¡Cónfiro! Are you crazy, Raymond?


miércoles, 12 de julio de 2017

Dicta-leva-Dura

“Si te preocupas por lo que los demás piensen de ti, entonces te controlarán”. No estoy seguro si Tyrion Lannister, el comisario Woody de Toy Story  o algún maestro Jedi, dijo eso. Puede que lo haya leído en algún refrán mejor escrito o simplemente estoy inventando disparates, pero hoy más que nunca, el poder está viviendo su peor momento en Venezuela (-Yesssss!).

Aparentemente, si llegas a escribir o si llegas a decir algo que incomode mucho a quien pueda estar en una posición de poder, dentro de un círculo social, pues dicha persona comenzará a practicar ese tipo de actividades llamadas “fichar”, “poner en salsa”  o “cazar” a quien haya sido capaz de tan fehaciente  juicio.  En fin, se molestan contigo.

Para medio entender este feeling  que estoy planteando, imagina que vives en el mundo mágico de Harry Potter. Ahora imagina que hay un mago muy malvado. Ahora quítale la nariz. ¿Qué nos queda? ¡Ajá! ¡El innombrable! ¡No! ¡No es el inter galáctico! ¡El otro malvado!

En dicho mundo, el miedo es tal, que  dicho personaje no es llamado por su nombre propio sino con el supuesto “innombrable”. En Venezuela, la realidad que se vive no tiene un color  muy pastel que se pueda escribir. Tampoco, como para expresar que las cosas se están horneando bien. A mi parecer, cuando un panadero quiere preparar u hornear un producto, debe panificars…¡Epa! ¡Planificarse!  Planificarse para que no le falte nada. Mejor aún: para que no se le exceda la mano, al momento de preparar algo.

Si quieres hacer pan, debes tener harina de trigo, azúcar, energía para amasar y…levadura. Si usas todos los ingredientes correctamente, amasas la masa como debe ser y horneas en el tiempo estipulado, tendrás un buen pan. Ahora bien, ¿Qué pasa si no queda bien horneado? ¿Qué pasa si la masa no “levanta”? ¿Qué pasa si no te preguntas nada en la vida? Siempre es bueno preguntarse cosas. Sobre todo si no se entiende algo. Por ejemplo, al tomar dictado, desde niño…

Llega la maestra de 3er grado y dice:

-Bueno chicos, vamos a tomar un dictado.- a lo que sale un niño…
-¿Una qué, maestra?
-Un dictado, muchachos.
-¿Una qué? ¿Dictadura?- comenta otro por allá.
-¡No! ¡Dic-ta-do!
-Maestra, ¿Qué es una dictadura?- (por cierto, esos niños son bien preguntones).
-¡Ssshhhhh! ¡Silencio niños! ¡No repitan esa palabra!
-¿Cuál, maestra? ¿Dictadura?- replica una niña comiendo torta.
-¡Ssshhhhh! ¡No más! ¡Cuento cinco y todo el mundo en “posición de descanso”!
-¿Y el dictado, maestra?
-¡Silencio, dije!!! ¡Aquí se hace lo que YO diga!
-Maestra, ¿y podemos decir dentadura?- pregunta levantando la mano otra criatura.

-¡Silen…eh, sí! ¡Esa sí! Esa palabra sí la pueden decir. Ahora, haz silencio por favor. Comenzaremos el dictado.-

 ¿Se imaginan a un chef o un panadero que no sepa seguir recetas? ¿Qué nunca haya preguntado nada? ¿Qué no haya tomado dictados nunca? Porque manque sea a la abuela, tuvo que haberle preguntado…

-Abuela, ¿qué le echas tú a ese guiso?
-Na’ guará, mijo. Yo no te voy a decir pero te lo puedo dictar.
-¡Fuego, abuela! ¡Dele, que son pasteles!
- Levadura, tomate, carne, sal marina, y orégano.  
-Díctamelo otra vez, abuela. Que no escuché bien. Le-va-¿qué?…-


Hoy nuestro pueblo y nuestras escuelas se encuentran en una encrucijada histórica. Actualmente nos levantamos como una “masa” de personas que no aguanta tanto calor del horno y, estos que hoy dictaminan sentencias injustas, hoy declaran ingredientes a diestra y siniestra. Aparte de no ir acorde con la receta, no han entendido que se les fue la mano al echarle mucha levadura a la mezcla y, dicho pan… se ha levantado. 

                                          ¡Niños preguntones,sigan levantando sus manos!

viernes, 7 de julio de 2017

La ceniza filosofal

“Donde hubo fuego, cenizas quedan.” Siempre se ha mantenido que esta frase tiene una acepción bastante amorosa y exacta (de hecho la única acepción, sin excepción) Pero… ¿Sabían que la ceniza no existe? Si no existe la ceniza…¿Entonces nunca hubo fuego?

 ¡Ajá! ¡Exacto!  ¡Todo es y ha sido una ilusión! Cuando mi pequeña mente amorfa, que no entiende lo inentendible, se enteró que hay personas que “solo quieren ver al mundo arder”, ella se dijo a sí misma: ¡Qué abuso!  

La simple complejidad del lenguaje hace  que, con el pasar de los años, uno vaya aprendiendo y aprehendiendo y aprendiendo y aprehendiendo, pero no haprendiendo, a entender cada vez más las cosas que se presentan en el camino de la vida.

Cuando te dicen que algo se va a hacer y no se hace o cuando te dicen que algo no es como tú pensabas que era, por supuesto que dicha realidad de ese “algo” distorsiona completamente tu realidad. Una vez vi una película de unos buhitos (búhos pequeños) que, cuando veían a la luna, quedaban como cegados. La gran mayoría, excepto dos buhitos, no entendía que su realidad podía ser otra, pero como esos otros búhos estaban cegados los demás búhos por la luna, pues no veían ni creían nada más.

Imagínate que estás a punto de graduarte o de montarte en un autobús y…de repente… ¡Se llena de personas el autobús y no puedes montarte! ¡Obvio que vas a molestarte!  Tus sueños pueden volverse cenizas en un santiamén. En cuestión de segundos, las ganas de viajar sentado hacia tu casa pueden desaparecer. Cuando un futuro profesor de química, muy culto él, te dice que "la ceniza no existe" (Andrade, 2017), tu mundo de ideas y creencias se vuelve polvo. Se desmorona. Se desborona. Se deshace…como el jabón…que se desboro… ¡Ya pues, se desaparece! ¡Fin de la discusión, ‘joda! (“Recuerda que polvo eres y en polvo te convertirás” Gen 3:19)

Si una piedra comienza a chocar contra otra piedra, o agua contra piedra, o el agua choca contra el fuego, o psíquico vence fantasma, o planta choca contra fuego, o hielo choca contra fuego , o tierra vence a eléctrico, o fuerza vence a elemento normal, o veneno vence a planta,o un tazo contra otro tazo, pues no se vuelve ceniza, pero sí queda bien gastado ese tazo. Es lo que llama uno “mi rucha” o “mi juga”. (En polvo eres y en polvo te convertirás, pedazo ‘e tazo). 

Si no existe la ceniza… ¿cómo renacían las mitológicas aves fenices?   ¿Así como el ave del profesor Dumbledore? ¿Y qué es el ácido fénico? No lo sé. Tengo mis dudas sobre las cenizas. Cuando un bosque se está incendiando, a veces se crean incendios contrapuestos, llamados contrafuegos, por parte de los bomberos para frenar el fuego primario que viene arrasándolo todo. No es una solución atractiva, pero sin duda alguna resuelve la primera amenaza. Al final del incendio, puede que la ceniza nutra a los bosques con nutrientes como el fósforo y potasio, y pueda renacer un nuevo bosque, como un gran ave Fénix.Y con paciencia y esperanza, los animales y la vegetación puedan tener otra vez su bosque. Uno mejor.  

(“Recuerda que polvo eres y en polvo te convertirás”. No ceniza. Polvo.) Yo mejor dejo de fumar cenizas, eso no debe ser normal. Aunque…la ceniza no existe. ¿Entonces que he estado fumando? Epa'… ¿ese es un tazo? Ni modo. Lo mejor es lo que pasa. La piedra se ha convertido en ceniza, de tanto desgaste. Recuerda…donde hubo fuego, la ceniza no existe. 

P.S: la película de los búhos es "La leyenda de los guardianes." 

domingo, 14 de mayo de 2017

Mi campo de concentración POLAR


       Entre tantos programas malos que se transmiten en televisión, un canal Htv lleno de puro reggaetón, una señal de cable que no tiene el canal CNN en español y la erradicación de la programación en inglés de muchos canales por suscripción, el nivel de tortura que he estado viviendo es insostenible en este último año venezolano.

Como toda persona que está, entre un día agotador y una mala programación de televisión por cable, me dije: - Reinaldo, ponte a ver algo que te anime, que te llene de esperanza, de optimismo, de júbilo, de amor, de alegría, de fe, de armonía, de empatía. ¡Sí! “Hágalo, señor Frodo, hágalo.”- cuando, de repente, observo un documental en el canal History Channel que decía: “La Segunda Guerra Mundial: los campos de concentración Nazi.” Al cabo de unas seis horas, cuando terminó el programa, quedé patidifuso. Ya va. ¿Qué carrizos es patidifuso? Prosigo.

Mientras filosofaba sobre qué iba a hacer con mi existencia, cambié de canal y, al colocar Htv, me encuentro  con que están pasando un video musical de uno de los artistas más serios, responsables, éticos, y comprometidos con la calidad, la grandeza y la educación en el mundo: Ozuna.  Enseguida me dio una arre…pera sin harina Pan bien grande. 

Como una especie de odio comenzó a invadirme. Mi nivel de pelea o Ki  Ki comenzó a incrementarse de manera incontrolable. Me dije: -Si tuviera el poder, construiría un campo de concentración en Venezuela.Lo llamaría “Polar”, por la polarización que hay en el mundo entre dos sistemas económicos de producción muy famosos. Para entrar, solo bastaría con responder estas tres míseras preguntas: ¿Usted ha sufrido de la polarización política en su país? ¿Usted sabe lo que es una malta? ¿Usted sabe el daño que le ha hecho el Reggaetón al mundo? “Pueden pasar con confianza”.

Metería de ipso-facto a todos los reggaetoneros que lleguen. No, espérense. Yo no soy así. Metería a los reggaetoneros y chavistas ahí. No, espérense. Yo no soy así.  Metería a todos los reggaetoneros, chavistas y opositores “que no sirven para un atajo”, ahí. ¡Ahora sí! “Pueden pasar con confianza”.

Me autodenominaría presidente del campo de concentración (para que la gente me llame: -Señor Presidente, legítimo y constitucional-). Convocaría una junta extraordinaria, para caerle a  palazos a los reggaetoneros, chavistas y opositores “que no sirven para un atajo”. No, espérense. Esa no era la palabra. ¡A balazos! No, espérense. Esa no era la palabra tampoco. ¡A correazos! No, espérense. Esa no era la palabra. ¡A latigazos! No, espérense. Esa no era la palabra tampoco. ¡A cognac-zos! No, espérense. No tendría dinero para la cantidad de botellas de cognac que tendría que servir en copas.  ¡Señora Lingüística, ayúdeme! ¡Abrazos! ¡Sí! ¡Es abrazos! Les caeríamos a abrazos. Esa…sería la palabra. Ya que, de seguro allá en los campos de concentración Nazi, ni un abrazo les dieron y, a veces, un abrazo es lo que necesitamos para tener un mejor día.  Lamentablemente, en 1944, los abrasaron. Prosigo.

Luego de esto, los sentaría en una mesa y les serviría una buena arepa frita con mantequilla Mavesa, mortadela Tapara y queso blanco rallado; con su respectiva malta Polar bien fría. Esto no es publicidad, ya que nadie me está pagando. Yo no escribo por dinero. Espero eso cambie pronto. Prosigo.

Después, les pondría un vasito de arroz con leche, como merienda.  Arroz Primor, por cierto. La leche en polvo, será la que encuentre bachaqueada, también. A su vez, les traería maestras de preescolar, para que les refuercen los números mientras que, como presidente legítimo y constitucional, yo les gritaría con un megáfono: -¡Concéntrense, concéntrense!-

Asimismo, les traería profesores de matemática, para que les enseñen, otra vez, la tabla de multiplicación (porque dudo mucho de la inteligencia de ciertos cantantes “musicales” y de ciertos ciudadanos que salen…obligados…a marchar en Venezuela). Por cierto, seguiría gritándoles: -¡Concéntrense, concéntrense!-

Además, como el deporte rey en Venezuela es el béisbol, los llevaría a un campo de béisbol (literalmente)  y les daría palos de escoba, mientras les lanzamos chapas de metal, para ponerlos a jugar chapita. Así, mejorarían su precisión, su agudeza y sus reflejos. Claro, les seguiría gritando con el megáfono, como buen presidente legítimo y constitucional: -¡Concéntrense, concéntrense!-. Al cabo de una media hora de entrega, esfuerzo, pasión y concentración, les ofrecería como parte del refrigerio para refrescarse: una malta Polar bien fría o una cerveza light /ice / o negrita. Con esto, ellos se relajarían y los encargados tendríamos más chapitas de metal para seguir lanzándoles en el campo. Prosigo.   

Luego de esto, les traería profesores de ciencias sociales, para que les recuerden de dónde venimos, para que podamos mejorar como ciudadanos y a ver hacia dónde podríamos ir...sin necesidad de pasaporte. Debido a que, como presidente legítimo y constitucional, ya estaría cansado de usar el megáfono, les colocaría la canción del lema de Empresas Polar que dice: ♫Sííííí see pueeeede…Sííííí see pueeeede♪   y que se repitiese miles de veces, mientras yo, como presidente legítimo y constitucional, estaría descansando. Yo-sí-puedo. https://www.youtube.com/watch?v=-i66XxKhGk0

También, traería profesores de educación física, para enseñarles a los internados en el campo de concentración Polar, a  estar en buena forma física, a valorar al cuerpo humano como templo del espíritu santo. En especial, a los venezolanos (indiferentemente de su ideología cervecística) que sufran de las famosas “lipas cerveceras”. Fiscales de tránsito, militares de alto rango y oficiales de policía, bienvenidos sean, también. Les seguiría reproduciendo la canción, ya que es muy bonita. Como para abrazar a Venezuela.

Por su parte, les traería maestros del idioma castellano e inglés, para que les enseñen a amar, tanto a las lenguas maternas como las foráneas. Maestros del idioma Wayuunaiki, incluso, para que nos puedan instruir a todos como ciudadanos de un mismo país. Si los reggaetoneros no llegasen a soportar  el buen hablar y el estudiar, tranquilos, que tendrían a la mano banquitos y sogas adaptables al cuello, esperando por ustedes para que dejen un mundo mejor. Chavistas y opositores, también podrán disfrutar de esa opción. Las palabras democracia y libre albedrío sí se podrán evidenciar en mi campo de concentración. Prosigo. 

Obviamente, les traería profesores de biología, para que les enseñen a valorar la vida, la naturaleza que rodea y hace vida en nuestro país. Rancho Grande y Angel Falls  pa’ to’ el mundo. Agarraría el megáfono y volvería “a la carga”...  
:-¡Concéntrense, 
concéntrense!- 

Por último, el destino final de todos esos ciudadanos, dentro de mi campo de concentración, sería el de viajar hacia alguna planta procesadora humilde, no sé, en Greenville (Texas, EEUU) y luego ir a Disneylandia. Claro, yo como presidente legítimo y constitucional, tendría que concertar citas y mesas de trabajo con el señor Lorenzo Mendoza, ya que él es el dueño de dicha instalación. Claro, pequeñas vicisitudes como esas, no serían difíciles de resolver para semejantes presidentes. Por supuesto, le diría, en medio de la conversa, aquí en mi campo:
 -Con su permiso, señor Mendoza…- agarraría mi megáfono y exclamaría…:  
 -¡Concéntrense, concéntrense! ¿Qué pasa, pues? ¿Por qué creen que esto es un campo de concentración?- y proseguiría mi  fructífera disertación con el señor Mendoza.

Una humilde propuesta de este profesor, que protesta de forma pacífica pero armada, sin lanzar piedras (porque no tengo fuerza), con un sacapuntas, un lápiz, dos hojas reciclables y el anhelo de un país sin licorerías, pero con campos de este estilo o  en su defecto, más escuelas. ¿Ah? ¿Qué? ¿Que qué? ¿Que de esto no van los campos de concentración que vi en la televisión? ¿Entonces? ¡Rayos! ¡Ni modo, a ver otra vez el documental!

“Pueden pasar con confianza” a mi campo de concentración Polar.

 ¿Sabes… lo que es una malta?   


        
   

   

viernes, 5 de mayo de 2017

El indio ataca a la tecnología


Luego de un gran tiempo sin escribir, en el que me tocó recordar “cómo era la jodía” (Cortez, 2016); echarle coco al coco no fue una cosa fácil.  Observar mi realidad tan oscura, tan desfallecida, tan zombie, tan Ozuna (Porquería, 2017) me hizo reflexionar, como si esto fuera mucho con demasiado, para mi efímero aliento esperanzador. Cuando agarré el lápiz, el pedazo de papel y vi que al resultado de dicha unión le faltaba como clase, como estilo, como un sacapuntas, me sentí como un indio.

Me molesté. Me arreché. Me sentí como un perdigón que no toca la piel de un estudiante. Como una bomba lacrimógena que es disparada y devuelta a su disparador. Me sentí como un río putrefacto llenándose de gente pura, limpia y pulcra. ¿Qué es esto? ¿Y esto con qué se come? ¡Con un demonios! Como un río caraqueño diciendo: -¡Que salga otro perdigón, otra bomba y estas personas de mi mierda!

Nuestra Venezuela vive momentos de lucha. Así como cuando Tarzán vio una escopeta por primera vez.  Como cuando un chavista ve un diccionario por primera vez. Como cuando un chavista abre un diccionario por primera vez. Tarzán, allá en la selva, ya había visto diccionarios. Simplemente es un momento desconcertante. Tranquilo amigo –compañero –camarada  -  compatriota – Ozuna- “rodilla-en-tierra”…el diccionario te explicará qué es desconcertante.

Todo aquello que sea innovador, complejo, avanzado, sin duda alguna puede causar duda, miedo y hasta odio, precisamente por una falta de capacidad para entenderla. Hoy, cuando  me presentaron a la señorita Instagram, la señorita Skype y a la señorita Hangouts,  me dije: -Estos betas me pertuLban. Hay pertuLbaciones en la fuerza. Hay un ser humano pulcro y limpio en El Guaire. Debo reconocer que me sentí extraño. Sentí cómo la tecnología me atacaba. Como una bomba atómica cayendo en una isla nipona. Como una excavadora internándose en el corazón vital del Amazonas. Como un violador autócrata violando la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Como Facebook preguntándome: - ¿Qué estás pensando?- como si yo pensase cosas. Hasta que reaccioné. Este tormento debe acabarse.

¡Yo sí tengo diccionarios en mi casa! Pregúntale a quien sepa y asesórate. Instrúyete. Ve en contra de ese sistema tecnológico que no entiendes. Busca televisoras internacionales si las televisoras nacionales quieren tenerte como un indio. Demuestra que eres del Caribe como todo indio del Caribe. Que Morfeo y Trinity le enseñaron a Neo a usar sus ojos o La Negra Matea a Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Ponte y Palacios Blanco a ser gente, entonces yo puedo ir en contra de este sistema. Que la pólvora y las balas me llevan una morena en avance, no por eso dejaré de tensar el arco y clavar cada flecha. Es la hora de atacar, diccionario. Es la hora.     
  

¿Dónde estará el sacapuntas?

lunes, 6 de marzo de 2017

¡Trunks llegó de Panamá!

-Disculpe, ¿señor Reinaldo? 


-¡A la gran puta[1]! ¡Un súper Saiyajin

-Ehhh sí, que bueno haberlo encontrado. No sentía su Ki. Mi nombre es Trunks. No sabía si ya se había ido.

-¿Del país? ¿O de este mundo? Porque de este mundo no planeo irme aún.   

-¿Y del país?

-Tampoco. Esos androides de merde no me dejan. Son muchas trabas. Uno se desanima. Quizás por eso ya no se siente mi Ki.

-Entiendo, señor.

-Y no me digas “señor”. Apenas estoy recién graduado como profesor.

-¡Sí señor!

-Bueh. Cuenta. ¿Qué haces por aquí? ¿Llegaste del futuro?

-No, Reinaldo. Vengo de Panamá. Vengo a prevenirlo del futuro.

-¿Y eso? ¿Qué pasó?

-Todos los panameños y venezolanos de calidad y buena fe han sido secuestrados. Yo traté de luchar. De encontrarlos. No tuve éxito. Nadie, de hecho.

-Pero ¿y mis primos? ¿Y mis amigos? ¿Y Gohan? ¿Y Goku? ¿Y Mr. Satán?

-Todos desaparecieron, señor. Lo que queda es oscuridad y gente muy mala. Obredecht por doquier. Los androides asesinaron al señor Goku, a Gohan, a mi padre. ¡A todos!

-Tremendo beta, ‘mano. Pero…no entiendo. ¿Có-cómo los encontraron?

-Al parecer, con el carnet de la patria. Los engañaron a todos.

-¡Insectos!

-¡Sí! ¡Así decía mi padre sobre ellos!

-Eeehhh no,Trunks. Me refiero a todo este desastre de plagas que hay por aquí. No encuentro Baygon ni kerosene para aniquilarlas. Pero sí. Tienes razón. Todos son unas sabandijas.

-¿Los insectos?

-No. Ahora sí me refería a los androides rojos.

-Entiendo. Yo logré destruir a cuatro, antes de huir. Pero, la mayoría son muy poderosos. Casi todos son ministros.

-¡Granujas! Siempre supe que se traían algo entre manos. Y entre sus cuentas de banco, también. Epa ¿Y tu mamá? ¿Está viva?

-Sí, señor Reinaldo. Luego de la muerte de mi padre, el papá de los helados, el gran príncipe Saiyajin, el Khaleesi de los súper Saiyajin, el heredero de la silla de hierro en el Planeta Vegito, o sea, Vegeta, pues ella cayó en depresión. Comenzó a vender tetas de azúcar y café y…pues una cosa llevó a la otra y…se operó las tetas, disque para vender más.

-¡Qué insolente!

-¿Cómo???

- ¡Que el sol me pega con estos lentes!

-Ah ya, ya. Bueno, a lo que vine. En el futuro, no existen las semillas del Ermitaño. Pero aquí le traje las últimas tres semillas de esperanza. Mi mamá las creó a partir de un estudio de Jacinto Convit y Diego Torres.

-Jaaaaaaaa wenooooooo. Y con eso…¿Subirá mi Ki?

-No, señor. Vine a revenderlas para medio rebuscarme, si logro regresar a Panamá.

-¡Rayos! Yo que pensaba que eran para mí. Ni modo.

-¡Maldición! Mi madre estaba en lo correcto. Simplemente lo puse a prueba. Usted y toda la generación de los 90’ son los indicados para sacar adelante a este país y destruir a los androides, señor. Tenga.

-¿De verdad? Muchas gracias, Trunks. ¿Y cómo las uso?

-No lo sé,señor. Mi madre me dijo que ustedes sabrían el momento indicado.

-Pues mi mamá planea hacer un sancocho este domingo, quizás sea ahí.

-No lo sé, señor. Bueno, me voy. Espero verle en el futuro, Reinaldo. Ah tome, se me olvidaba. Esta es una lista de cosas, para que Venezuela mejore. Cuídese.

-Pero, pero… ¿Qué es esto? ¿Dolarizar la moneda? ¿Venezuela no es real? ¿Simplemente entramos en la habitación del tiempo? ¿Qué me lance a presidente en el 2030? Bueno, espero que lo de la habitación del tiempo termine pronto. Prepárense insectos, sabandijas, granujas, insolentes, maldichos, que vamos por usted…

-Disculpe, señor Reinaldo.

-¡Ah! ¡Pensé que ya te habías ido!

-¡Sí! Pero volví un segundo. No use ese vocabulario. Aún queda algo de esperanza en usted.

-Jaaaaaaaaaaaaaaa weno.

[1] Expresión que denota asombro, muy usual en los estados andinos de Venezuela.


lunes, 16 de enero de 2017

¡Te pagué la urna!

           -Sé que no será fácil. Me costará mucho alejarme de ti. Tuve que botar todos mis ahorros. Y lo digo literalmente ¡Los boté! Ya que habían dicho que no servían para nada los billetes de cien.  Luego dijeron que sí y la vida me sonrió. Ahorré otra vez, como pude. Con sacrificio, con garra, con lucha. Le caí a rollo a los que me caían a rollo en los autobuses,  en fin.  Hasta que me dijeron que…ya no dabas más. Que tus horas estaban contadas. Por un momento, te sentí magallanero o caraquista. Estabas liquidado. Sangrando por la herida, literalmente. Pero levanté el rostro. Asumí la realidad y me armé de valor. Crucé la puerta y le dije al señor: “¡Señor, deme una urna para el billete de cien!”
-Pero, ya no estoy muerto. A según, viviré un tiempo más.
-Yo sé, devaluado. Te quedan como cinco días, pero ese no es el punto. Lo que no sabes, fue lo que me costó pagarte la urna, la carta de defunción y hasta el hoyo, allá en el cementerio. Justo al lado de los gloriosos Tigres de Aragua. El respectivo olor a formol de los Leones del Caracas y los Navegantes del Magallanes.  Me fajé, “parí” esos reales, pero ya puedes morir en paz, billete.
-Chamo, no moriré el 20 de Enero. El presidente de los tremendos ideotas, porque hay que reconocer que tiene ideas muy grandes, me dio un mes más de vida.
- ¿Cómo es la taima? ¡No, sí pues! ¡El Terminator! ¡El T-1000 de la economía! Al que le echan, fuego, azúcar, flores, muchos colores, sustancias radiactivas, una gandola de hidrógeno, balas de escopeta, bombas lacrimógenas, bombas incendiarias, etc… ¿y todavía? ‘Ta bien, pues.
-Chamo, en serio. [Cough, cough] (Tose moribundo) Loco, yo también estoy cansado. Allá arriba, en el cielo económico, el San Pedro celestial está molesto conmigo. El arcángel Gabriel me tiene tremendo chalequeo. Que si sí. Que si no. Que si el vuelto. Que si ya no valgo. Que si mi honor. Coooooooooooye. Allá arriba, ellos también tienen cosas qué hacer, para estar esperándolo a uno.
-¡Pero si ya te pagué la urna! ¿Quién me paga esa taima a mí, si no te llegas a morir?
-Tampoco hables feo, Reinaldo. Que tus “ahorros” los gastaste comprando una caja de fósforos.
-‘Mano, usted no sabe lo que me costó pagar esa caja de fósfor… ¡Digo! ¡Esa urna! La masa no está pa’ bollo (de hecho, ni pa’ pastelitos, ni pa’ empanadas, ni pa’ churros, ni pa’ tequeños, ni pa’ arepitas dulces, ni pa’ arepitas andinas) aquí en Venezuela.
-¡Ahhhhhh ‘tas viendo! No sí, pues. ¡Llora! Lo que te falta es que quieras que yo me muera, pa’ agarrarte mi herencia, mi pensión, mi jubilación, mi tarjeta de la garrapata, mi cesta-ticket ¡Mi todo!
-Ah pues, billete de cien. ¿Acaso ustedes los billetes tienen seguro de vida? ¿Liquidez? ¿Plusvalía?
-¿Ah, no lo sabes? ¿No te han dicho sobre…?
-¿Sobre qué…?-

[Piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii…] el billete no reacciona. No muestra signos vitales ni señales de vida. Al parecer, mientras revisaba su Nokia XpressMusic, vio algo en Dólar Hoy, que sentenció su destino en el cajero.

-¡Rayos! Ahora sí tendré que usar la urna. Y mi mamá, que no encuentra cómo encender la cocina. ¡Rayos!-