En el pasado, por allá cuando no pensaba mucho, yo no
sabía un carrizo de mitología griega, ni siquiera sabía lo que era mitología.
Gracias a lo que he estudiado, sé que “logia” significa estudio. Por lo tanto,
mitología nos presenta, simplemente el estudio de los mitos. Ahora bien, luego
de asistir a una obra teatral donde observé a tres hermosas damas interpretar a diosas griegas, me dije:
-
¿Será esta la nueva era de Hera?- o ¿así no era? ¡Ya va! ‘Perate... ¡Sí! Sí era
así. Así era… -¿Jerá esta la nueva era de Hera?- Prosigo.
Al ver la interacción entre Afrodita, Atenea y Hera, era
necesario atenerse al hecho de que, aparte de que no entendía un carrizo de mitología,
sí entendía la trama, debido al toque humorístico que le inyectaron las
muchachas. Afrodita, refrescándose afuera con cuanto Dios, mortal, inmortal,
bestia, bestia bestial se encontráse en su camino o en su olimpo. Atenea, con
una mirada tierna pero asesina, que hace que uno se “atenee” o atenga a las
consecuencias. Me la imagino o imaginé, no lo sé, caminando y conociendo gente:
-¡Hola!
Mucho gusto, soy Atenea, atente. ¡Hola! Soy Atenea, atente. Hola ¡Que soy
Atenea, coño! Aténganse, mortales del demon…- y por ahí se agarraba con su
escudo, pa’ comenzar cualquier peo. (Cargaba un escudo muy sexy, por cierto).
Pero tengo que admitir que observar a la hermosa Hera, la
esposa de Zeus, fue muy interesante. No sé si existían los derechos humanos o
la defensoría del pueblo en la mitología griega, pero ver a Hera demostrando
quien era la que mandaba en la relación, sencillamente dejó a Zeus muy “feo
para la foto” y “arrugado para el carnet”. (¡Ojo, no vi ningún maltrato a
ninguna de las partes, pero Zeus llevaba las de perder!)
Estas tres diosas, para nada odiosas, quizás hayan
reflejado por un momento, lo que le falta a mi país. O así lo pude percibir yo,
para crear esta pieza literaria, para nada antigua y vieja como la filosofía
griega, pero poderosa y criolla como la filosofía del venezolano. Eso de
Atenea, de Afrodita y de Hera, combinado con un poquito de harina de maíz
precocida, gasolina y petróleo, sería lo que Venezuela quizás necesite, para
restablecer el orden pre-establecido, cuando antes todo servía. La gobernación
(cualquiera) así como Miraflores[1],
serían un olimpo de perfección, “de los
pies a la cabeza”, como diría Maná (De
Pies a Cabeza, 1992).
Ese temple y firmeza de Atenea, para empujar cuanta
Afrodita o pretensión de mala conducta se atreviese y atraviese en su camino,
es lo que hace falta para acabar con la delincuencia y la mediocridad en todo
el territorio nacional. ¿Qué si se vería afectada dicha diosa en todo nuestro
continente por el clima tropicaliente[2] y
por la constante llovedera? ¡Pa’ eso tiene el escudo, coño! ¡Para detener
balas, mangos, taquitos en un salón de clases, lo que salga! ¡Sinceramente!
[2] Una vez más, gracias Wilver González por la invención de esta palabra, perfecta para la ocasión.
Afrodita, coqueta,
la veríamos en una versión “riloude[3]”
(o sea, como una taza de café), cayéndose a trompadas y jaladas de cabello,
revolcándose literalmente, (para no colocar “entrándose a coñazos”… ¿Aunque ya
lo coloqué, no?…bueh…) en cuanta cola,
de personas llevando sol en la calle, donde vea que venden toallitas sanitarias o
productos de Avon o desodorantes Lady
Speed Stick o…o…o…o cualquier otro producto que sea de meritoria
importancia para nuestra mujer venezolana (¡Siete coronas de miss universo,
carajo! Esas vainas han sido bien ganadas, a según.)
¿Y qué decir de Hera? Porque eso de que una casa se
mantiene sola o que nuestra sociedad venezolana es matriarcal, lo pone a uno a
filosofar. (“¡Que arrechera esto de pensar, vale!”) (Sivira, 2015).
Hera, bien bonita ella, desplazándose en el escenario,
con mirada de “te voy a voltear la jeta si no me escuchas”, me hizo recordar
que nuestra mujer venezolana…cae bien, pues. Quizás nuestra venezolana, no
avisaría de dicha volteada. Así como que ¿pa’ qué va a avisar?
“La sociedad Matriarcal, se da en la antigua
Grecia en cierta Isla, donde la Poetisa Safo describe que el gobierno en ese
lugar está establecido por mujeres. La historia universal establece un periodo
primitivo en donde todo giraba alrededor de la mujer, y estas tenían la
autoridad, incluso se daban el lujo de tener varios hombres”[4]
(s/a, 2008)
Es entonces cuando…
-Que no, que tal, que si la sociedad es machista
y vaina.
-Esta sociedad podrá ser muy machista y todo lo
que tú quieras, pero ellas son las que mandan y ‘tamos claros.
-Noooo en eso ‘tamos claros hermano. ¿Qué habrá
hecho mi ‘amá de comer hoy?
Creo que esta fusión de las tres diosas, mas todo el
bojote de cosas nuestras (primera vez que leo y escribo la palabra “bojote”)
sea lo que necesite esta generación. Supongo que me seguiré preguntando…en el
futuro…si… ¿Será esta la nueva era de Hera? O como diría un llanero:
-¿Jerá esta la nueva era de era?
-¡Guá-sí!- ¿Cómo no?
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